Qué fácil es juzgar



Conocí a Enzo en la fiesta de bienvenida a la universidad. Yo regresaba a la uni después de un intenso año de Erasmus, y él venía a Madrid dispuesto a quemar la ciudad. Era un estudiante inquieto, de manos finas y cuerpo fibroso. Dominaba el español como un siciliano que ha tenido muchas novias españolas y sabía sonreír. Vaya si sabía. Sin embargo, y como siempre he sido muy de arrugar la nariz con chicos guapos, Enzo me cayó mal desde el principio. Cuál fue mi sorpresa cuando la coordinadora de la Oficina Erasmus me anunció que sería su mentora todo el año.

Como chica responsable, comuniqué la buena nueva a Enzo que no tardó en darme su móvil e invitarme a un café. Acepté a regañadientes, pero él supo ganarme enseguida: "¡Patri, guapa!, ¿cómo te gusta el café?". No habían pasado ni cinco minutos y ya nos habíamos contado media vida. Tenía una novia en Valencia, un pueblo en Sicilia al que no quería volver y una oscura inclinación por todo aquello que sonara a Mafia. No contento con quererme desde el minuto uno, me presentó a un amigo suyo e hizo del año académico más duro de mi vida, una fiesta italiana. Pasamos un año viéndonos en la facultad, en comidas y en cumpleaños. "¡Patri, guapa! Me voy una semana a Barcelona, ¡vente!". También quedamos el día antes de volverse a Palermo. Lloraba como un niño. Se había comprado una bandera española y me pidió que la firmara. 

No habían pasado ni seis meses cuando volvió a Madrid el día de mi cumpleaños. Quedamos a media tarde en la terraza del Círculo de Bellas Artes. Hablamos de todo y de nada. Y de pronto. De pronto, me preguntó por Don Felipe. 
-Te voy a hacer una pregunta de política, Patri. Me dices qué piensas.
Asentí con la cabeza. 
-¿Qué te parece la monarquía española? ¿Estás de acuerdo?
Como me parecía una pregunta envenenada, la esquivé como pude haciendo alusiones a la Constitución, a la Transición y a la narrativa popular. Enzo no me dio tregua.
-¿Pero crees que es compatible con una democracia?
Sinceramente, no sabía donde meterme. Miré a todos los lados, me rasqué la cabeza y finalmente, un pensamiento sobrevoló mi caótica mente. 
- ¿Has leído a Javier Marías?- le pregunté. 
Enzo levantó una ceja y luego mostró su sonrisita italiana. Negó con la cabeza y me pidió que continuase.
- Es un escritor que tiene la mejor descripción de Berlusconi que he leído en mi vida.
La sonrisa se le borró inmediatamente. 
-¿Y qué dice?
-Dice que Silvio Berlusconi, cuando se reúne con otros Jefes de Gobierno, en el fondo se siente un intruso. Y es su conducta desenvuelta y jacarandosa, lo que delata su inseguridad; como si temiera que en cualquier instante pudiera acercarse un chambelán y le susurrara con discreción, al oído, que ha existido un lamentable error y que debe abandonar la sala, el despacho, el almuerzo, la cumbre o el baile. (1)
Hubo un silencio incómodo. Le sonreí con amabilidad para deshacer la tensión y él me devolvió la sonrisa. 
-En esto no entiendo a este país. Si viviera en otro siglo, me mandarían a la hoguera. 
Sonreí pensando en Torquemada. 
-Seguramente, sí- murmuré.
Horas más tarde, y después de varios vinos, Enzo me repetía mientras subíamos por la calle Reina "qué fácil es juzgar las contradicciones de un país desde fuera. Lo pienso siempre, guapa. Qué fácil es juzgar".

*
Notas
(1) "Tu rostro mañana", de Javier Marías. Página 1291.


Comentarios

  1. Eso de que arrugues la nariz con los chicos guapos "ma gustao". jajajajaa
    besitos Pat

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    1. Eso es muy yo! De verdad, de corazón. Sé que no tienen la culpa, pero no puedo evitarlo. Jjjj
      Un abrazo Laura!

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  2. Es fácil juzgarlas desde fuera y difícil justificarlas desde dentro. Y, lo más difícil de todo, hacernos cargo de nuestros juicios, no confundirlos con verdades y respetar los juicios ajenos al menos como tan válidos como los nuestros. Logrando esto, sería mucho más fácil entendernos.
    Te echaba de menos, Pat. No tardes tanto.
    Besos

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    1. Exaaaacto. Es justo eso. Cuando Enzo me lo preguntó me di cuenta enseguida de que no tenía una opinión sobre el tema y le repetí lo que sabía, como un simple Will Hunting. Independientemente de lo que pienso ahora, creo que es bueno el debate. El debate con los otros pero también con nosotros mismos. Ponernos contra las cuerdas. Cuestionarnos siempre. La monarquía, el horóscopo, las adivinas o las emisiones de Co2. Todo vale para revolver un poco nuestras ideas y enderezar los mimbres de nuestros principios.
      Te mando un abrazo enorme, como siempre. Cuídate mucho, guapa.

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  3. Siento estar un poco ausente. Este viernes acaba mi maratón de trabajo y os leo/contesto emails.
    Abrazo enorme a todos desde esta ciudad de agobios. Os deseo una semana 'regia'. Es broma . Os deseo una semana feliz.
    Pat

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  4. Yo no juzgo ya.
    Yo condeno directamente.
    A todos.
    No sé qué hago en este planeta con gente así...

    :P

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    1. Al final vas a tener más de juez de lo que querrías reconocer eh. Jajaja. Un abrazo enorme, Toro.

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