Echar a una mujer del lecho. Hablando con Galeano (I)




-En tiempos de Pericles, Aspasia fue la mujer más famosa de Atenas. Sus enemigos no le perdonaban que fuera mujer y extranjera, y por agregarle defectos le atribuían un pasado inconfesable y decían que la escuela de retórica, que ella dirigía, era un criadero de jovencitas fáciles. Ellos la acusaron de despreciar a los dioses, ofensa que podía ser pagada con la muerte. Ante un tribunal de mil quinientos hombres, Pericles la defendió. Aspasia fue absuelta, aunque en su discurso de tres horas Pericles olvidó decir que ella no despreciaba a los dioses pero creía que los dioses nos desprecian y arruinan nuestras efímeras felicidades humaas. Por entonces, Pericles ya había echado a su esposa de su lecho y de su casa y vivía con Aspasia. Y por defender los derechos del hijo que con ella tuvo, había violado una ley que él mismo había dictado. Por escuchar a Aspasia, Sócrates interrumpía sus clases. Anaxágoras citaba sus opiniones. "¿Qué arte o poder tenía esta mujer para dominar a los políticos más eminentes y para inspirar a los filósofos?- se preguntó Plutarco."-

(y dime, Galeano, ¿qué fue de la otra esposa?)

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