Sueña, preciosa

Laura le miró con terror mientras él gritaba "Te he encontrado, zorra". Entonces él llevó a cabo su venganza fríamente calculada, la golpeaba, mientras ella gritaba impotente. El seguía golpeándola hasta que sentía que se le iba la cabeza...

De repente, Laura se despertó empapada en lágrimas y sudor en su cama de hotel. Todavía jadeando, se sirvió un vaso de agua de la jarra que tenía en su mesilla y lo bebió lentamente. Se secó las lágrimas y el sudor y se acurrucó contra el hombre que dormía con ella. Sí, lo habeis adivinado, es el hombre que la miró con admiración el primer día.

Se tapó con la sábana e intentó dormir. No pudo. A las 10 de la mañana, Pierre se levantó. Laura dormía de puro cansancio, rendida.

Comentarios

  1. El desgraciado que la tiene acongojada.

    Muás!

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  2. Pobre Laura, por mucho que huya no puede evitar encontrarse con él de nuevo en sus pesadillas

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  3. Joder...
    La vida de Laura pintaba de cuento cuando se compró ese vestido y tiró sus recuerdos al Sena.
    Pero París es París.

    Un besico, Pat.

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  4. Muy bueno. inquieta.
    besos

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  5. Bonito? No! muy bueno queda mejor!

    Saludos

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  6. que bonito y que duro..

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  7. Vaya, es durísimo... pero es la pura realidad.
    Gracias por halagarme, jajajajajaja. ^^

    MUÀCCCC!

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  8. Las pesadillas.. que mal nos lo hacen pasar

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  9. las lágrimas corren más rápido que Laura... qué pena...
    genial! :) un beso

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  10. Bonito relato.

    Quiero seguirte.
    Saludos.

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