Cada vez que nos gritamos.



 Y es posible que tengas razón y esté loco. Que sea un chalado de esos que van por la vida corriendo y arriesgándose aunque estén realmente acojonados. Pero no puedo evitarlo. Y aunque tú creas en todas esas mentiras de los horóscopos, ni a ti ni a mí nos ha unido el destino. No hemos sido programados para encontrarnos. Tus circunstancias no se cruzaron con las mías, y la vida no es ningún camino que tengamos que recorrer juntos. Estoy cansando de toda esa basura. Pero, mira. Tómate un respiro ¿vale? No voy a dejar de venir a verte aunque acabemos siempre discutiendo por gilipolleces. No voy a dejar de quedarme hasta que me digas que me quieres, o que me necesitas, o que te abrace, para luego volver a pelearnos. Si hay algo que tengo claro es que tal vez, aunque nuestra historia sea tan difícil y absurda, no va a ser fácil volver a vivir algo como esto.
Y sí, quizá seamos dos locos intentando sostener esta mierda al margen de todas las mentiras que nos hemos contado. Pero ya no puedo fingir que no me importa que llores en el baño, ni que des golpes contra la pared cada vez que nos gritamos.





Comentarios

  1. Y de todas formas, es difícil escapara a la etiqueta "mierda", de manera que mejor insistir.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Y tú, ¿qué piensas?

Entradas populares de este blog

La teoría del aguacate, por Amelia Diamond